Cómo lograr nuestras metas gracias a los hábitos productivos
A veces es necesario mejorar nuestro rendimiento laboral a través de prácticas que debemos realizar cotidianamente. Los hábitos productivos nos pueden aportar el sostén ideal para elevar nuestro potencial y lograr nuestros objetivos.
Hábitos productivos
Cuando hablamos de hábitos productivos hacemos referencia a determinadas prácticas o rutinas que nos ayudan a ser más eficientes tanto a nivel laboral, como en otras actividades que realicemos.
Estos hábitos permiten que podamos alcanzar nuestros objetivos y mejorar nuestro desarrollo personal. Difícilmente nos cuestionamos su utilidad o necesidad, ya que los vamos asimilando regularmente y de forma casi “automática”. Sin duda alguna definirán nuestro comportamiento y rendimiento a futuro.
¿Qué tipo de acciones se pueden transformar en hábitos productivos? He aquí algunas sugerencias:
- Organizar tu agenda: Cuando se define una agenda diaria, se sabe claramente cuáles son las prioridades. Recargarse de actividades no favorece a la productividad. Se llega a ser organizado cuando uno es meticuloso a la hora de planificar.
- Establecer prioridades: Que las cuestiones importantes en tu quehacer sean el eje de tu planificación diaria. A veces ponemos la atención en cosas que no era necesario solucionar y que nos hacen perder el foco respecto a nuestros objetivos. Focalizarse en lo más importante nos ayuda a ganar en productividad.
- Una tarea por vez: poner la cabeza en varias actividades a la vez, atenta contra nuestro rendimiento laboral. Una vez que iniciás una tarea es necesario trabajar hasta terminarla. No se puede pasar de una tarea a otra sin ser organizado al momento de resolverlas.
- Delegar de manera eficaz: hay que saber encontrar el equilibrio para hacer las cosas bien y no creernos que podemos con todo. La acción de delegar un trabajo permite conocer nuestros límites y hacer que otros aporten positivamente a su concreción. La sumatoria de miradas y opiniones puede aportar un valor extra al resultado.
- Saber aceptar los errores: Hay que aprender a reconocer nuestras fallas, analizarlas y aceptarlas. Analizar el porqué del error ocurrido, nos servirá para tomar las medidas necesarias para que no vuelva a ocurrir.
- La disciplina para reforzar nuevos hábitos: Si nos comprometemos a realizar una tarea debemos hacerlo. Para lograrlo es necesario ser disciplinado, ponerse plazos. Si lo somos todos los días, veremos los resultados con el correr del tiempo.
- Saber detenerse a tiempo: Perderemos capacidad laboral si no nos podemos desconectar a tiempo del trabajo. Descansar unos minutos, poniendo la atención en algo que nos guste, salir a caminar o hacer alguna actividad física, aportará a nuestro equilibrio emocional. Y así podremos enfocarnos con más energía en nuestra labor.
Gracias a los hábitos productivos podemos usar mejor nuestro tiempo, lograr una mejor calidad de vida o favorecer los logros personales. Los podemos adquirir como patrón de conducta y una vez aplicados, nos servirán también para conocer nuestras fortalezas y debilidades.
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