lunes 11 abril de 2022
El fraude en los seguros es uno de los problemas críticos que el mercado del seguro afronta en la actualidad. El uso de herramientas tecnológicas, el cruce de datos y la colaboración entre aseguradoras será clave para su detección.
Una de las tareas más importantes de las aseguradoras es sin duda alguna todo lo referido a la prevención del fraude. Es quizás el principal problema que afecta al sector asegurador.
Los fraudes en los seguros se producen cuando el beneficiario en la póliza simula un siniestro con el interés de alcanzar un beneficio económico, cobrando la indemnización establecida al momento de la formalización de la misma.
El desarrollo de nuevas tecnologías ha generado nuevas formas en el accionar delictivo, generando cuantiosas pérdidas económicas tanto para las empresas como para los usuarios. Desde el robo de identidad, el phishing (hacer pública información personal como contraseñas, tarjetas de crédito o datos de cuentas bancarias), hackeo de sistemas informáticos o smishing (variedad de phishing que afecta a smartphones).
Como contraposición, para el caso de los seguros de automotores, el sector más afectado, los algoritmos sirven para el entrecruzamiento de datos a fin de hallar irregularidades: desde uso de GPS y cámaras, ampliaciones de coberturas “sospechosas” previas a siniestros, hasta el uso de información de redes sociales. Todos esos elementos, sumados a la colaboración entre aseguradoras, son vitales para avanzar en la investigación y detección del fraude.
Las consecuencias del fraude en los seguros van mucho más allá del perjuicio generado a la Aseguradora; se extiende también a toda la comunidad asegurada, ya que afecta de manera sensible en los costos de las primas para todos aquellos que han obrado en buena fe y cumplen con todas las cargas y obligaciones.
Desde el aspecto normativo, la resolución Nº 38.477 expedida por la Superintendencia de Seguros de la Nación (SSN) es la que exige a las entidades supervisadas la adopción de políticas y normas orientadas a combatir el fraude en los seguros. En tal sentido la resolución señala que las entidades deberán complementarlas “en función de las coberturas en que operen, en la medida de su extensión o complejidad, con el propósito de conformar un ambiente de control conducente para combatir el fraude en el sector seguros, que se corresponda con la naturaleza de sus actividades, propios parámetros y prácticas”
La simulación total o parcial de un determinado siniestro, la tergiversación de circunstancias de tiempo, lugar o causalidad del mismo, son formas que adquiere el fraude y que se han naturalizado. Es sumamente importante comprender que este accionar es grave y, por sobre todo, es un delito.
El anexo IV de la resolución citada, presenta una serie de recomendaciones que tiene como objetivo primario que tanto los tomadores como los asegurados adquieran pleno conocimiento de las acciones de disuasión y prevención del fraude en los seguros.
Desde Federación Patronal trabajamos día a día con el fin de ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes aplicando las mejores prácticas para evitar el fraude en los seguros.
#SiempreJuntoAVos