jueves 9 enero de 2020
El cambio climático nos impuso la exigencia de un mayor conocimiento sobre las implicancias de las olas de calor y sus consecuencias. Aquí te brindamos información relevante para que tengas en cuenta cuando se avecinan una alertas por calor.
Según el Servicio Meteorológico Nacional, una ola de calor se define como un período excesivamente cálido en el cual las temperaturas máximas y mínimas superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos valores que dependen de cada localidad.
El SMN se maneja con un sistema de cuatro niveles de alerta por calor:
En caso de alertas que ponen en riesgo la salud, tené un plan para cada lugar (la casa, el trabajo, la escuela) en cuanto a:
– La refrigeración y/o ventilación del ambiente.
– Tener a mano los teléfonos de emergencias médicas y la ubicación de los centros de salud y hospitales más cercanos, así como farmacias de guardia (nocturna/ 24hs.).
Mantené una reserva de los siguientes artículos:
– Botiquín de primeros auxilios
– Medicinas de las personas que padezcan enfermedades crónicas.
Contá con hielo, suficiente cantidad de agua segura en la heladera y estate preparado para la posibilidad de cortes de luz.
Siempre tomá precauciones con quienes puedan verse más afectados por el impacto de la ola de calor:
– Familiares y vecinos de edad avanzada,
– Niños pequeños,
– Personas con alguna enfermedad crónica o con sobrepeso
– Personas que viven en situación de calle.
Es posible que requieran ayuda, por eso es importante que cuentes con los teléfonos de emergencias, si alguna descompensación ocurriera en el hogar y/o en la vía pública.
– Asegurate de que las mascotas y otros animales tengan agua y sombra.
Para evitar los efectos del intenso calor se recomienda:
– Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.
– No exponerse al sol en exceso, ni en horas centrales del día (entre las 11 y las 17 horas).
– Evitar las bebidas alcohólicas o muy azucaradas. Evitar la cafeína.
– Evitar comidas muy abundantes;
– Ingerir verduras y frutas.
– Reducir la actividad física.
– Usar ropa ligera, holgada y de colores claros; sombrero, anteojos oscuros.
– Permanecer en espacios ventilados o acondicionados.
– Recordar que no existe un tratamiento farmacológico contra el golpe de calor y sólo los métodos clásicos, citados antes, pueden prevenirlo y contrarrestarlo.
Ante dolor de cabeza, vértigos, náuseas, confusión, convulsiones y pérdida de conciencia; piel enrojecida, caliente y seca; respiración y pulso débil, y elevada temperatura corporal (entre 41 y 42 grados centígrados), se deberá actuar de la siguiente manera:
– Trasladar al afectado a la sombra, a un lugar fresco y tranquilo. Hacer que mantenga la cabeza un poco alta.
– Intentar refrescarlo, mojándole la ropa, aplicarle hielo en la cabeza, darle de beber agua fresca o un poco salada, y solicitar ayuda médica.
Respecto de los Alimentos:
Mantené en la heladera aquellos alimentos frescos y que puedan echarse a perder debido al calor. Del mismo modo, verificá la temperatura y control del buen funcionamiento de la heladera.
Arrojá a la basura cualquier alimento fresco que pueda haber perdido la cadena de frío y que tenga olor, color o textura anormales.
Mantené los alimentos que pueden estar fuera de la heladera, en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor.
Desechá los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por 2 horas o más fuera del frío. Además, descartá todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.
Consumo de Agua:
Tomá siempre agua segura y mantenela correctamente envasada (en botellas o bidones limpios y cerrados) en la heladera, en lugares limpios y frescos, y alejada de fuentes de calor.
Cómo cuidar a los más pequeños:
– No esperes a que pidan agua. Ofreceles continuamente líquidos, preferentemente agua o jugos naturales. En el caso de lactantes es recomendable darles el pecho de manera más frecuente.
– Procurá que vistan con ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros.
– Bañalos y mojales el cuerpo con frecuencia.
– Evitá que se expongan al sol, especialmente de 10 a 16 horas. Luego de este horario colocales gorro y protector solar.
– Mantenelos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado (ya sea en tu casa o en lugares públicos).
Prestá atención a signos de alerta como: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
En los bebés, es importante asegurarse de que la piel no se encuentre muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
Ante la aparición de alguno/s de esto/s síntomas, acudí sin demora al hospital o centro de salud más cercano.
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Fuente: argentina.gob.ar