Día del Camino y la Educación Vial: construir valores para el futuro

Es fundamental que nuestra conducta vial se base en el respeto hacia las leyes de tránsito. Desde esa premisa podremos educar en valores y construir un escenario viable para las próximas generaciones.

Educación vial

La conmemoración del Día del Camino y la Educación Vial se corresponde con la realización del Primer Congreso Panamericano de Carreteras el 5 de octubre de 1925. Asimismo, la fecha coincide con la creación de la Dirección Nacional de Vialidad en 1932.

Ese encuentro tuvo como objetivo articular políticas viales y aduaneras, tareas de mantenimiento de rutas, el establecimiento de una comisión permanente para la redacción de reglas uniformes sobre circulación de tráfico, entre otras acciones. Tras el encuentro se declaró al 5 de octubre como Día del Camino.

La fecha es un motivo para  poner de manifiesto la necesidad de generar acciones que trasciendan en el tiempo, orientadas a la enseñanza y comprensión de lo que significa el respeto hacia las leyes que rigen el tránsito.

En 2018 murieron en la Argentina 7.274 personas como consecuencia de accidentes viales, según las estadísticas de distintas ONGs. Si bien la tendencia ha decrecido en los últimos 5  años, es de suma necesidad trabajar en los aspectos educativos, a través de la inclusión de contenidos sobre Educación Vial en las escuelas, tanto primarias como secundarias. El conocimiento de la problemática y su entendimiento ayudará a generar conciencia y promover acciones positivas en los futuros actores viales. 

La educación además de estar orientada al conocimiento de señales y leyes de tránsito debe promover valores como el respeto por la vida y el otro. Los organismos de control deben hacer respetar la ley promoviendo la modificación de conductas viales, no solo aplicando sanciones económicas o penales, sino también por medio de la concientización acerca de las consecuencias que genera violar una normativa.

El Estado debe estar siempre presente a través de políticas que incluyan a todos los actores viales. Mejorar el articulado de las leyes y su cumplimiento para garantizar previsibilidad.

Si como sociedad no adquirimos el compromiso necesario para revertir el estado actual, no podremos ver avances de significancia en el corto plazo. Para ello debe existir un equilibrio permanente en cada una de las acciones del Estado, los entes de control y la sociedad en su conjunto.

Conocer, comprender y respetar las normativas viales es una responsabilidad que debemos asumir entre todos.

Nuestro compromiso es con la sociedad toda y con el futuro.

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