Luego del fuerte temporal que afectó a Bahía Blanca, muchas zonas quedaron anegadas y las obras de construcción debieron ser suspendidas por razones de seguridad. Ante esta situación, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) difundió una serie de recomendaciones y medidas preventivas para garantizar un regreso seguro a las actividades laborales en el sector de la construcción.

Las inundaciones provocaron daños estructurales, cortes eléctricos y contaminación en diversos frentes de obra, aumentando el riesgo de accidentes y enfermedades laborales. En este contexto, la SRT instó a las empresas a realizar inspecciones técnicas antes de reanudar cualquier tarea. Las principales medidas incluyen:

  • Apuntalamientos, encofrados y estructuras (de madera o acero tubular): constatar su correcta instalación antes del hormigonado o de realizar tareas sobre o debajo de ellos.
  • Apuntalamientos, estibamientos y arrostramientos en excavaciones: asegurarse de su estabilidad para evitar desmoronamientos del suelo o muros linderos.
  • Muros medianeros y tablestacas o entibados: revisar su estado para prevenir desprendimientos o colapsos.
  • Condiciones estructurales, fundaciones y apuntalamientos de muros linderos y andamios: inspeccionar antes de iniciar o continuar tarreas de demolición.
  • Soportes estructurales (andamios): controlar que se encuentren en correcto estado de rigidez, resistencia, estabilidad y calces adecuados.
  • Pantallas y bandejas: examinar su fijación y su estado estructural.
  • Instalaciones eléctricas: controlar cables, tableros principales y secundarios para evitar riesgos eléctricos.
  • Máquinas y herramientas eléctricas (hormigoneras, sierras y amoladoras): asegurarse de su correcto funcionamiento y condiciones seguras de uso.
  • Cuerdas (sogas): observar que no estén húmedas ni contaminadas.
  • Materiales almacenados: evaluar su estado, ya que las inundaciones pueden favorecer plagas como ratas, cucarachas y mosquitos, incrementando el riesgo sanitario.

La aplicación rigurosa de estas medidas es clave no solo para prevenir accidentes y enfermedades, sino también para reconstruir con responsabilidad. La seguridad de los trabajadores debe ser la prioridad en todo proceso de reactivación post-emergencia.

En momentos críticos como este, el cumplimiento de la normativa vigente y la conciencia colectiva pueden marcar la diferencia entre una reanudación segura o una tragedia evitable.